POR HAZA&ARDI
Sep 15, 2025
Hay siluetas que reconoces al instante. No necesitas ver el logo ni los detalles, solo la forma. La puntera de goma en forma de concha, las tres bandas dentadas en el lateral... es un lenguaje universal en el mundo del streetwear. Hablamos, cómo no, de las adidas Superstar. Nacieron en 1970 como un calzado técnico para las canchas de baloncesto, pero su destino era mucho más grande. Se escaparon del parqué para ser adoptadas por las calles, convirtiéndose en un lienzo en blanco para la expresión de varias generaciones.

Ahora, en un mundo saturado de tendencias que duran lo que un story de Instagram, adidas Originals pulsa el botón de reinicio con su nueva campaña global, "Superstar, The Original". No es una mirada nostálgica al pasado, sino una declaración de principios en toda regla. Un recordatorio potente de que la verdadera influencia no se compra ni se fabrica, se gana. Y para contarlo, han reunido a un equipo de ensueño que redefine lo que significa ser un icono.

La campaña, dirigida por el visionario fotógrafo y cineasta Thibaut Grevet, es una obra de arte en sí misma. Olvídate de los colores estridentes; aquí domina un blanco y negro dramático, de alto contraste, que cede todo el protagonismo a las personalidades y, por supuesto, a la zapatilla. El mensaje es claro: lo esencial es atemporal. La narrativa corre a cargo de una voz inconfundible, la del legendario actor Samuel L. Jackson, que con su tono grave nos habla de monumentos que perduran, trazando un paralelismo directo entre las pirámides y el impacto cultural de las Superstar. Pura piel de gallina.

El casting es una masterclass de relevancia cultural intergeneracional. Por un lado, leyendas que cimentaron el camino. Missy Elliott, la productora y rapera que revolucionó el hip-hop y convirtió el chándal Firebird en su uniforme no oficial, demostrando que el estilo no tiene género ni reglas. A su lado, Mark 'The Gonz' Gonzales, el padrino del skate callejero, que adoptó las Superstar por su durabilidad y las hizo un staple de la cultura skate. Y aunque no aparecen en el film, es imposible no hacer una mención de honor a Run-DMC, el grupo que en los 80 les dedicó la canción 'My Adidas' y las catapultó al estrellato global, llevándolas sin cordones y con la lengüeta por fuera.

Pero esta historia no vive solo del pasado. La campaña tiende un puente hacia el presente y el futuro con una nueva ola de 'originals'. Ahí está JENNIE, la superestrella global de BLACKPINK, cuyo impacto en la moda es innegable, representando la conexión del K-Pop con el lujo y el streetwear. El jugador de la NBA Anthony Edwards cierra el círculo, devolviendo la zapatilla a sus raíces en el baloncesto, pero con la energía de la nueva era. Y junto a ellos, nombres que están rompiendo moldes en sus respectivos campos: la rapera GloRilla con su sonido crudo de Memphis, el inclasificable Teezo Touchdown, y la modelo y actriz Gabbriette, que desafía cualquier etiqueta.

Esta campaña no es solo para vender zapatillas. Es una conversación sobre el legado y la autenticidad. Nos recuerda que antes de que algo se convierta en tendencia, hubo alguien que se atrevió a ser diferente. Las Superstar, junto al icónico chándal Firebird, no son solo prendas; son un símbolo para aquellos que construyen multitudes en lugar de unirse a ellas. En un momento donde todos buscan la validación instantánea, adidas nos invita a mirar hacia adentro, a encontrar nuestra propia voz.

Al final, ser un 'original' no se trata de ser el primero, sino de ser innegablemente tú. Y las Superstar, con su diseño limpio y su historia escrita en el asfalto de medio mundo, siguen siendo el mejor uniforme para hacerlo. Más que una zapatilla, son un permiso para ser auténtico, sin pedir disculpas.


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MODA
ADIDAS SUPERSTAR: Más que una zapatilla, un icono cultural
Adidas reúne a leyendas de ayer y hoy para recordarnos por qué las Superstar son, y siempre serán, el símbolo de lo auténtico

