Sacudiendo la industria hasta sus cimientos, como acostumbra, Demna; el diseñador que convirtió a Balenciaga en el epicentro del hype, acaba de soltar su primera declaración de intenciones en Gucci. Y no, no ha sido con un desfile multitudinario en Milán. Fiel a su estilo disruptivo, lo ha hecho a través de una campaña sorpresa, una especie de prólogo visual a lo que nos espera en su debut oficial en febrero de 2026. Bautizada como 'La Famiglia', esta primera cápsula es un vistazo fascinante a la nueva era de la legendaria casa italiana, y créenos, es todo lo que no esperabas.

La campaña, fotografiada por la icónica artista estadounidense Catherine Opie, es una genialidad en sí misma. Opie, conocida por sus retratos que exploran la identidad, la comunidad y las subculturas con una dignidad casi renacentista, aporta una capa de profundidad inesperada. En lugar de un lookbook convencional, tenemos una serie de retratos que presentan arquetipos. Demna no diseña ropa, diseña personajes, y esta colección es la prueba definitiva. Su método, perfeccionado durante una década en Balenciaga y antes en Vetements, se traslada ahora a Gucci, pero con un giro.

Aquí nos encontramos con una galería de personajes que podrían protagonizar una película de Sorrentino con un toque de Almodóvar. Está la 'diva' envuelta en un vestido de noche con plumas hasta el suelo, la 'nonna milanesa' con un abrigo de piel de tigre (sintética, por supuesto) de hombreras marcadas que grita poder, el 'nerd' con un chic inesperado, e incluso una figura bautizada como 'El Bastardo', ataviado con un provocador bikini. Demna no solo observa la sociedad, la cataloga y la viste, creando un universo donde cada look cuenta una historia.

¿Y la ropa? Es puro exceso controlado. Demna ha declarado que su visión es devolver a Gucci a un lugar “descaradamente sexy, extravagante y atrevido”. Mientras muchos esperaban un guiño a la era de Tom Ford, con su minimalismo cargado de erotismo, el diseñador georgiano ha optado por un camino propio. Hay trajes de falda de cuero afilados, glamour desbordante y una sensación de diversión que, para ser sinceros, se echaba de menos. Es menos oscuro y conceptual que sus últimas propuestas en Balenciaga, como si el sol italiano hubiera disipado parte de la melancolía post-soviética.

Esta colección es un ejercicio magistral de equilibrio. Demna logra inyectar su ADN –la deconstrucción, los arquetipos, la silueta exagerada– sin pisotear los códigos sagrados de Gucci. Se siente fresco, relevante y, sobre todo, emocionante. No es una ruptura total, sino una reinterpretación inteligente. La aparición de la modelo del momento, Alex Consani, en la campaña, es la guinda del pastel, un guiño a la nueva generación que Gucci quiere seducir.

'La Famiglia' funciona como un aperitivo perfecto que nos deja con ganas del plato principal. Es una declaración audaz que demuestra que el fichaje más sonado del año tiene el potencial de redefinir no solo una marca, sino el concepto de lujo para la próxima década. La moda es un juego de tronos y Demna acaba de hacer su primer movimiento en el tablero de Gucci. Y ha sido un jaque mate.

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