En el universo de la moda, hay lanzamientos y luego están los momentos que definen eras. Jerry Lorenzo y su firma, Fear of God, se han enfocado en especializarse en lo segundo. Cada colección es un capítulo de una narrativa mayor sobre el lujo, la cultura y la identidad estadounidense. Con su novena colección, Lorenzo nos invita a sentarnos en las gradas de su propia historia, una que huele a césped recién cortado, a cuero de guante y a la tensión de un partido en la novena entrada.

El béisbol no es un capricho estético para esta colección. Es el ancla. Para entenderlo, hay que mirar al propio Lorenzo. Hijo de Jerry Manuel, exjugador y mánager de las Grandes Ligas, creció inmerso en la cultura del 'diamante'. El béisbol, con su ritmo pausado pero estratégico, su rica historia visual y su estatus como 'el pasatiempo de Estados Unidos', se convierte en la metáfora perfecta para la visión de Fear of God. El número nueve, que da título a la colección, es la culminación: nueve jugadores en el campo, nueve entradas por partido. Es un símbolo de plenitud, de un ciclo que se completa.

Esta filosofía se traduce en una elegancia discreta. La colección es un ejercicio de equilibrio, donde la sastrería y el sportswear se mejoran mutuamente. Piensa en trajes de una caída impecable, confeccionados en lana italiana o en tejidos técnicos ripstop, pero con siluetas relajadas que te permiten moverte, vivir. Los hombros son redondeados, evocando la forma de una chaqueta de béisbol clásica, eliminando cualquier rigidez y apostando por una comodidad que roza lo espiritual.

Es aquí donde Lorenzo brilla. Toma los arquetipos del armario masculino estadounidense y los eleva a un nuevo estatus. Unos pantalones de chándal slouchy se visten con las icónicas rayas diplomáticas de los Yankees, convirtiendo una prenda de estar por casa en una declaración de intenciones. Las camisetas de algodón grueso y los polares, fabricados en Los Ángeles son los cimientos de un look estudiado, con un gramaje y una textura que se sienten sustanciales. El denim de corte recto, las chaquetas trucker y las botas de ante son reconocibles, sí, pero han sido redefinidos a través de la lente de Fear of God: proporciones equilibradas, buenos materiales y atención al detalle.

El nuevo monograma 'FG', con una tipografía que bebe directamente de la herencia gráfica del béisbol, aparece sutilmente, sellando las prendas con una identidad que se siente a la vez nueva y atemporal. Es un branding inteligente, que no se impone, se integra.

Los accesorios son el punto final que remata la jugada. Mules deportivos y zapatillas de ante que borran la línea entre el calzado de interior y el de exterior. Los bolsos, en piel y nobuk, tienen formas suaves y orgánicas, diseñados para colapsar y adaptarse a su contenido. Destaca un bolso de nylon cuya forma está directamente inspirada en las bolsas de equipamiento que usan los jugadores, un toque conceptual que cierra el círculo temático.

Al final, la novena colección de Fear of God es una reflexión sobre herencia y construcción de un nuevo canon para el lujo, lejano a la opulencia, y cercano a la calidad, la atemporalidad y la conexión personal. Jerry Lorenzo vuelve a su intento por narrar que las historias más potentes son las que se llevan puestas.

FOG COLLECTION 9.