Hay marcas que son como esos temazos que nunca pasan de moda. Desaparecen de tu playlist un tiempo, pero cuando vuelven a sonar, te das cuenta de que son eternas. FILA es una de ellas. La firma que dominó las canchas de tenis y las calles en los 80 y 90 ha estado jugando en un segundo plano, pero su colección Otoño/Invierno 2025, bautizada como “Classics Reimagined”, es la prueba definitiva de que no se había ido, simplemente estaba preparando su próximo gran movimiento.

Lo que FILA pone sobre la mesa es un diálogo cultural: la colisión entre su alma italiana, arraigada en Biella —la cuna de los textiles de lujo—, y una nueva visión de diseño anclada en Gotemburgo, Suecia. Es la pasión y la sastrería del Mediterráneo filtrada por la funcionalidad y la calma del diseño nórdico. El resultado es una colección que se siente familiar y, a la vez, nueva.

El corazón de esta propuesta late al ritmo de dos piezas icónicas: el chándal y el polo. Según Katarina Jukic Pringle, jefa de diseño de la marca, el mantra fue: “Mismo chándal, diferente actitud”. Y es que la historia de FILA es la de sus múltiples vidas. Pensemos en Björn Borg en los 70, convirtiendo un simple polo en un símbolo de elegancia despreocupada en la hierba de Wimbledon. O viajemos a las gradas de los estadios británicos de los 80, donde la subcultura 'casual' adoptó sus chándales como una armadura de estatus, un uniforme que te distinguía del resto. La colección FW25 captura esa versatilidad, ofreciendo piezas que funcionan como un lienzo en blanco para la autoexpresión.

Estéticamente, la colección apunta a la contención y buen gusto. La paleta de colores se aleja de neones estridentes para abrazar tonos ricos y atemporales: un burdeos profundo, un azul pastel con aire vintage, y los eternos blancos y azul marino que nos transportan directamente a la pista de tenis. Los cortes son relajados, respetando el archivo histórico de la marca pero adaptándose a una silueta contemporánea. Los polos de punto fino desdibujan la frontera entre lo deportivo y lo formal, encarnando a la perfección esa 'sprezzatura' italiana, el arte de parecer impecable sin el más mínimo esfuerzo. Son prendas que transitan sin problemas de un brunch de fin de semana a una reunión creativa.

La propuesta de FILA para FW25 no se siente como una marca gritando para llamar la atención, sino una que susurra su relevancia con confianza. Apela a una nueva generación que valora la historia, la autenticidad y el diseño que perdura.