Hay nombres que empiezan como un susurro en la conversación adecuada. "Abernasy" es uno de ellos. Lo que comenzó como fragmentos de imágenes –un atardecer, una risa congelada en el tiempo– ha tomado forma. Haza & Ardi ha estado siguiendo la señal y esto es lo que hemos encontrado: una estética eterna y una pregunta que flota en el aire: ¿estamos ante una marca, un colectivo de arte, o los arquitectos de un juego muy elaborado?

Las visuales de Abernasy tienen la textura de un recuerdo, pero la nitidez de un sueño lúcido. Hay un aura casi hiperreal en sus escenas, una perfección que se siente deliberada, como si cada momento estuviera curado para ser icónico. No es la realidad desordenada; es una versión más intensa, casi como si estuviéramos viendo la interfaz de un videojuego ambientado en el verano perfecto. Cada fotograma parece sacado de una película que desearías haber vivido, protagonizada por un elenco que personifica el "effortless cool".

La teoría del juego cobra fuerza con el anuncio de su primer drop, "Stolen Golden Hours". La información es escasa, pero apunta a que la colección no es solo para ser vestida, sino para ser "jugada". Un tal "abuelo", una llave perdida, y la promesa de que las pistas están tejidas en las propias prendas. Abernasy no te vende una camiseta; parece que te está entregando la primera pieza de un puzzle. Es una propuesta audaz en un mundo acostumbrado a la compra con un solo clic: aquí, parece que primero tienes que pensar.

Así que volvemos al principio. ¿Quiénes son Abernasy? Puede que la respuesta no sea una definición, sino una invitación. Una invitación a un club social con reglas diferentes, o quizás a un estado mental.

Su campaña, "Unofficial Business", ya está en marcha. Y la única pista clara que nos han dado es una frase: "State of Cult". Quizás la única forma de saber qué es Abernasy, es convirtiéndose en parte de ello.