Hay nombres en la industria de las zapatillas que son sinónimo de revolución. Tinker Hatfield con Nike, por ejemplo. Pero hay otro, quizás menos mediático pero igualmente influyente, que ha estado detrás de algunas de las siluetas más icónicas y disruptivas de las últimas décadas: Steven Smith. Si has llevado unas New Balance 550, unas Reebok Instapump Fury o unas Yeezy Foam Runner, has caminado sobre el ingenio de este hombre. Ahora, el 'Padrino de las Dad Shoes' ha puesto su mirada en el fenómeno de masas que es Crocs, y el resultado es, como era de esperar, una genialidad polarizante.

La primera imagen de la colaboración Steven Smith x Crocs Clog Mule ha incendiado las redes, y no es para menos. Olvídate del zueco clásico que asocias con personal sanitario o con tus sobrinos pequeños. Lo que Smith ha creado es una bestia completamente nueva. Una silueta que fusiona la comodidad inherente del ADN de Crocs con una estética futurista y agresiva que parece sacada de una película de ciencia ficción. Es audaz, es rara y, probablemente, será un éxito rotundo.

El diseño se caracteriza por una mediasuela gruesa y robusta, casi arquitectónica, que eleva el perfil del zueco tradicional. La parte superior es más estilizada, con paneles esculpidos y perforaciones oblongas que sustituyen a los clásicos agujeros redondos. La paleta de colores inicial, un limpio bitono blanco y azul, acentúa sus líneas dinámicas y su suela ondulada. El conjunto es una pieza de diseño industrial que podrías encontrar tanto en una galería de arte como en los pies de los asistentes a la Paris Fashion Week.

Para entender por qué esta colaboración es tan importante, hay que entender a Steven Smith. Su carrera es un testimonio de su capacidad para anticipar el futuro del calzado. En los 90, con la Instapump Fury, eliminó los cordones y apostó por una tecnología de inflado que parecía de otro planeta. Más tarde, revitalizó New Balance con modelos como el 550, un diseño de baloncesto de los 80 que rescató del olvido y convirtió en un fenómeno global. Y su trabajo con Kanye West en la línea Yeezy, especialmente en las Foam Runner, demostró que se puede crear un icono a partir de un simple trozo de espuma EVA inyectada. Smith no diseña zapatillas; esculpe el futuro.

Su llegada a Crocs no es casual. La marca de zuecos de goma ha protagonizado una de las transformaciones más espectaculares de la historia reciente de la moda. Pasó de ser el epítome de lo 'anticool' a colaborar con Balenciaga, Salehe Bembury o Post Malone, convirtiéndose en un lienzo en blanco para la creatividad más desbordante. La incorporación de Smith como Jefe de Innovación Creativa es la confirmación de que Crocs no solo ha aceptado su estatus de culto, sino que está dispuesto a liderar la conversación sobre qué es y qué puede ser el calzado en el siglo XXI.

El Clog Mule de Smith es la evolución lógica de esta trayectoria. Bebe de la tendencia de los 'ugly shoes', pero la lleva un paso más allá. No es feo por ser feo; es radical en su forma porque prioriza una nueva visión de la comodidad y la expresión personal. Es un zapato que no pide disculpas por existir, y en esa confianza reside su atractivo.

Aunque la fecha de lanzamiento y el precio aún están por confirmarse, la expectación es máxima. Este zueco no es solo para los fans de Crocs o los coleccionistas de zapatillas. Es para cualquiera que entienda que la moda actual se mueve en la tensión entre lo bello y lo extraño, lo funcional y lo conceptual. Steven Smith no ha diseñado un zapato, ha diseñado un manifiesto. Y dice que el futuro del calzado es cómodo, audaz y, sí, un poco raro. Y no podemos estar más de acuerdo.